domingo, 7 de abril de 2019

Una novela comprometida con la historia, ahora que muchos la niegan

'Nos acostaremos en las sábanas de nuestros
 vecinos' es mi sexta obra.
(…) perdóname que hable tanto y tan deprisa, ojos claros, pero tengo que comunicarte algunas cosas antes de que llegue Joris, a él le contaré tu historia, que he resumido en este papel, dice lo siguiente, esta hermosa joven ha dejado el norte más pobre para venir a cultivarse a la capital, gracias a la ayuda de una maestra amiga, que la trajo a Madrid y la acogió en su casa, lo pudo dejar todo para estudiar, su hogar, sus campos, la tierra, su familia, su prometido… pero poco después se encontró atrapada en este laberinto de destrucción y muerte, la guerra le impidió seguir en el instituto y también volver a su aldea (…) esta joven no ha vuelto a recibir noticias de los suyos y ni siquiera sabe si sus padres siguen con vida, además, tiene el corazón lacerado porque su prometido está con los sublevados, ¿qué otra cosa podía hacer el muchacho si la contienda le ha golpeado en la España equivocada?, ella quiere pasarlo y lucha cada día por conseguirlo, su esfuerzo no puede ser inútil en este Madrid de coraje y libertad (…)

Más detalles de la obrahttps://www.amazon.es/dp/B086L1HSYK

viernes, 13 de enero de 2017

La marca del agua, cinco estrellas

Muy contento. Esta nueva edición me ha gustado una barbaridad. El texto es ahora mucho más ágil y fácil de leer. La novela ha ganado en limpieza y frescura.
Han pasado siete años desde aquella primera edición en papel. Los innumerables comentarios que he recibido de lectores y amigos de todo el mundo confirman que La marca del agua es una buena novela. Por lo tanto, se merecía esta segunda entrega.
Gracias a todos los que la apoyáis. Y a los que aún no lo habéis hecho, os invito a leerla. Me encantará recibir vuestras críticas y sugerencias.
Muy pronto podré presentaros un nuevo libro.
En eso estamos.

domingo, 4 de septiembre de 2016

Periodistas, becarios, intrusos

Uno de mis primeros libros vuelve a la actualidad. Se acaba de reeditar en formato digital (para ebook, en Amazon).
Periodistas, becarios, intrusos interroga al periodismo y denuncia la feroz 'dedocracia' de los Medios.
Quienes están a punto de cotizarse como periodistas en el mercado laboral quizás ya sepan que no bastan los méritos profesionales y académicos. Por el contrario, para convertirse en el candidato idóneo hace falta una buena dosis de simplismo, de analfabetismo, de pasotismo, de gamberrismo.
Y para eso también hay que prepararse.
[Clic]

lunes, 30 de diciembre de 2013

Telemadrid, un viaje a las entrañas de aquella televisión

Hubo un tiempo en que Telemadrid, la televisión autonómica de Madrid, pasaba por ser un ejemplo de imparcialidad y credibilidad. Hilario Pino, Vicente VallésInmaculada Galván, Alipio Gutiérrez, José Joaquín Brotóns y un puñado de periodistas rabiosamente jóvenes en su mayoría, lo hacían posible. Lo que nunca trascendió es que nada de aquello era como se veía, tal y como puede leerse en este enlance.

lunes, 1 de octubre de 2012

¿Y usted qué gana en Facebook?


Me he dado al juego y a la bebida. ¿Por qué? Por la misma razón por la que algunos deciden abrirle una cuenta a su empresa en Facebook, Twitter o Youtube. Yo bebo y juego porque otros también lo hacen. Es una buena razón, ¿no?

A veces gritar que existimos es así de absurdo. El error de imitación consiste en  hacer lo mismo que los demás sólo porque son competidores nuestros o porque creemos que a ellos les va bien. ¿Que todos están en las redes sociales? Pues yo debo de hacer lo mismo. ¿Que el vecino monta un tinglado en Google Adwords o en Foursquare? Pues yo, detrás. No importa que las circunstancias de los demás sean distintas a las mías.

No es buena idea irrumpir en las redes sociales sin sopesar a fondo si realmente lo necesitamos y sin tener en cuenta que ese paso exige implicación y dedicación para lograr resultados positivos. Atender a miles de clientes en foros online supone tener un equipo dedicado en exclusiva a esta función. Y crear una comunidad desde cero y hacerla crecer con sentido, es una tarea de pico y pala que necesita algo más que un rato libre de vez en cuando. Más aún: hacerlo bien cuesta dinero y no siempre devuelve el retorno esperado.

No hagan lo que otros. Antes de lanzarse, analicen qué quieren conseguir (objetivos), en qué dirección desean avanzar (estrategia) y qué recursos necesitarán para lograr lo que se proponen (tácticas). Y si no es necesario que abran una cuenta en Facebook, no lo hagan.
En último término, si aún tienen dudas, llamen a un auténtico experto en la materia como Carlos Molina, Business Development de Best Relations. Pero sepan que él les dirá exactamente esto mismo.

viernes, 11 de mayo de 2012

Administración única, Fraga tenía razón

Tuve la fortuna (y la paciencia) de escuchar personalmente a Manuel Fraga Iribarne durante una explicación de su conocida (y no menos despreciada) idea de Administración única. Fue a finales de 1992 en el Pazo de Raxoy. Aún conservo el libro granate y grandote que contiene la propuesta y que nos dieron aquel día. Siempre tuve para mí que aquel volumen era una especie de sentencia que acabaría confinando de por vida a Manuel Fraga en sitio distinto. Porque, ¿quién estaba dispuesto a asumir por aquel entonces la letal posibilidad de una España real enfrentada a una España legal?
Los párrafos que siguen no pertenecen al citado manual, sino a un artículo sobre esta misma propuesta, que el propio Manuel Fraga publicó en El País unos meses antes. Creo que son reveladores:
(...)
propuse, y así lo aprobó el Parlamento de Galicia, que estudiásemos, de buena fe, una mejor integración del sistema de nuestras administraciones públicas, hoy lleno de duplicaciones, desconfianzas e ineficiencias. Creo que el ir a una integración administrativa más perfecta es inevitable; y por supuesto que para ello habrá que realizar un estudio profundo de lo que es propio de cada nivel (municipal, provincial, autonómico, central, europeo). No parece que ello sea una propuesta descabellada ni, mucho menos, peligrosa
.
(...) 

Es cierto que el Estado no puede refundarse todos los días; no es menos cierto, que cuando no saben rejuvenecerse y readaptarse cada día, surgen las diferencias entre el país legal y el país real. En este tiempo no hace falta mucha imaginación para observar esa creciente diferencia, en medio de la indiferencia de muchos y del pesimismo de otros. Mi modesta proposición intenta abrir un camino (no el único) para salir de esa poco prometedora situación.

¿Quién diría veinte años después que él no tenía razón? 



Artículo de Manuel Fraga completo