'Nos acostaremos en las sábanas de nuestros
vecinos' es mi sexta obra.
(…) perdóname
que hable tanto y tan deprisa, ojos claros, pero tengo que comunicarte algunas
cosas antes de que llegue Joris, a él le contaré tu historia, que he
resumido en este papel, dice lo siguiente, esta hermosa joven ha dejado el
norte más pobre para venir a cultivarse a la capital, gracias a la ayuda de una
maestra amiga, que la trajo a Madrid y la acogió en su casa, lo pudo dejar todo
para estudiar, su hogar, sus campos, la tierra, su familia, su prometido… pero
poco después se encontró atrapada en este laberinto de destrucción y muerte, la
guerra le impidió seguir en el instituto y también volver a su aldea (…) esta
joven no ha vuelto a recibir noticias de los suyos y ni siquiera sabe si sus
padres siguen con vida, además, tiene el corazón lacerado porque su prometido
está con los sublevados, ¿qué otra cosa podía hacer el muchacho si la contienda
le ha golpeado en la España equivocada?, ella quiere pasarlo y lucha cada día
por conseguirlo, su esfuerzo no puede ser inútil en este Madrid de coraje y
libertad (…)
Muy contento. Esta nueva edición me ha gustado una barbaridad. El texto es ahora mucho más ágil y fácil de leer. La novela ha ganado en limpieza y frescura. Han pasado siete años desde aquella primera edición en papel. Los innumerables comentarios que he recibido de lectores y amigos de todo el mundo confirman que La marca del agua es una buena novela. Por lo tanto, se merecía esta segunda entrega. Gracias a todos los que la apoyáis. Y a los que aún no lo habéis hecho, os invito a leerla. Me encantará recibir vuestras críticas y sugerencias. Muy pronto podré presentaros un nuevo libro. En eso estamos.
Uno de mis primeros libros vuelve a la actualidad. Se acaba de reeditar en formato digital (para ebook, en Amazon). Periodistas, becarios, intrusos interroga al periodismo y denuncia la feroz 'dedocracia' de los Medios. Quienes están a punto de cotizarse como periodistas en el mercado laboral quizás ya sepan que no bastan los méritos profesionales y académicos. Por el contrario, para convertirse en el candidato idóneo hace falta una buena dosis de simplismo, de analfabetismo, de pasotismo, de gamberrismo. Y para eso también hay que prepararse. [Clic]
Hubo un tiempo en que Telemadrid, la televisión autonómica de Madrid, pasaba por ser un ejemplo de imparcialidad y credibilidad. Hilario Pino, Vicente Vallés, Inmaculada Galván, Alipio Gutiérrez, José Joaquín Brotóns y un puñado de periodistas rabiosamente jóvenes en su mayoría, lo hacían posible. Lo que nunca trascendió es que nada de aquello era como se veía, tal y como puedeleerse en este enlance.