viernes, 25 de febrero de 2011

Libia,Egipto, Túnez… bienvenidos a Europa (a occidente)

Si la Unión Europea y los gobiernos que la integran tuviesen la clarividencia necesaria y supiesen reaccionar, estarían haciendo todo lo posible para abrirle todas las puertas de occidente a Egipto,Túnez, Libia… Las revoluciones que viven estos países les dejarán un cierto vacío identitario que si occidente no es capaz de llenar pronto, se topará con que lo han hecho grupos organizados como Alcaeda, los Hermanos Musulmanes y otros de corte semejante.

En vez de pensar en eso, estamos preguntándonos cómo hacer frente a la llegada de inmigrantes huidos de estas zonas y a la subida incontenida (con toda probabilidad, temporal) del petróleo: mal, mal, bastante mal.

Lo contó ayer muy bien Josep Piqué en un acto al que tuve ocasión de asistir. Las revoluciones de estos países son modernas, se hacen en gran medida desde internet (desde las redes sociales), nadie ha quemado ni una sola bandera de Estados Unidos, ni siquiera de Israel, y van contra los tiranos y en favor de las libertades y de los derechos humanos. Se producen en nuestro bajo vientre (de España y de Europa) y deberíamos movernos. ¿A qué esperamos?

Hagamos una translación. La caída del muro de Berlín en 1989, es decir la victoria final de occidente sobre el Este en la guerra fría, marcó, curiosamente, el inicio de una pérdida progresiva de ‘occidentalidad’ en favor de una ‘orientalidad’ inopinada. Lo estamos viendo aún, mientras el mundo sigue transformándose a una velocidad de vértigo. Quizás no debiéramos olvidar que Libia, Egipto, Túnez… luchan ahora por abrazar esa misma libertad por la que tanto luchó occidente.