"Siguiendo tu consejo, les diré que Montesquieu no existe, pero no les diré que la prensa es el primer poder, porque no lo creo. Mal pagados, con el prestigio perdido, sin ideología, sin vínculos con el ciudadano, sin deontología y sometidos a los consejos y departamentos de marketing, el periodismo está en caída libre, vencido por los marketinianos, los directores financieros, el deseo del poder de controlar la opinión pública y el insaciable ansia de dinero de las empresas mediáticas. El cuarto poder ha pasado a ser, casi en su totalidad, esclavo dependiente del poder financiero y del poder político".
Frente a estos argumentos, ¿qué puedo decir yo?
-Que la acción de la opinión, o sea, la influencia, se produce con independencia de la clase social del opinador, de si es o no un periodista, mejor o peor pagado; o de si es un becario aventajado o lo contrario. ('El medio es el mensaje', ¿sí?).
-Que una cosa son los periodistas y otra, la prensa. La prensa, como institución, es, sin duda, algo más que el 'cuarto poder'. Para muchos estudiosos es ya el primero, por encima del legislativo, el ejecutivo y el judicial, cuya frontera se ha difuminado o desaparecido en nuestro país (y en esto coincidimos).
-Que la prensa, al "haberse sometido" o integrado (a la fuerza o voluntariamente, en parte o en todo) en otras esferas como la política o la economía... ha cambiado sus líneas y objetivos; pero, por el contrario, ha ganado nuevas dosis de poder al amparo de esos otros poderes.
-Que a pesar de todo, la acción de un Medio aún puede tumbar, poner o mantener gobiernos, o contribuir más que ninguna otra fuerza a hacerlo.
-Que si la prensa no fuese un primer gran poder, ninguno de los gobiernos de turno tendría interés en "someterla", como diría Francisco. Cosa distinta es que el periodismo ya no sea un poder independiente (o de corte 'democrático', como diría él), o veraz en todas sus caras... ¿Lo fue alguna vez?
-Que es posible que los periodistas, como ocurre con Montesquieu, ya no existan; pero la prensa que elaboran los no periodistas está más viva que nunca.
Mi admiración hacia tu valentía sigue intacta, maestro.
En la imagen de Facebook, Francisco Rubiales pasea y conversa con Fidel Castro en La Habana (1976)